Plan de seguridad hídrica asciende a 1.4 billones de dólares

Garantizar el agua para el consumo humano y la operación del Canal de Panamá requiere de la creación de varios reservorios y potabilizadoras. Estos estudios están casi listos para su análisis y viabilidad. La decisión está en manos del Ejecutivo

La decisión sobre el manejo de nuestros recursos hídricos, para consumo humano, agropecuario y operación del Canal de Panamá debe atenderse de inmediato. La buena noticia es que ya hay estudios en ejecución para poner en marcha reservorios, canalizaciones del líquido y nuevas plantas potabilizadoras para satisfacer la demanda de consumo humano y del Canal. Ejecutar estos planes requiere de $1.4 billones, un presupuesto bastante ambicioso que pondrá a pensar a las autoridades, y a la sociedad en su conjunto, sobre la priorización de las obras y asignación de presupuesto.

Tomando en cuenta que el Canal es una fuente importante de ingresos para el Estado, y que la ciudad y alrededores continuarán su desarrollo, ahora más que nunca debemos ocuparnos para que el agua nunca falte. El químico Daniel Muschett, administrador de los Proyectos de Capacidad Hídrica de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), explica en qué consisten estos planes, su alcance y la urgencia que representa el problema del agua en Panamá.

En este momento, ¿cuál es el diagnóstico que tiene el Canal de Panamá con respecto al agua?
El diagnóstico actual tiene un precedente importante desde el año 2015-2106 cuando se dio el último fenómeno del Niño, pero el más intenso que ha sufrido el país, y desde entonces el Gobierno estableció una comisión de alto nivel para que comenzara a trabajar en un plan de seguridad hídrica para que abordara un plan de Estado 2015-2050. En agosto de 2016 se estableció el Consejo Nacional del Agua (Conagua), se aprobó el Plan Nacional de Seguridad Hídrica que atiende cinco metas. Entre ellas es la sostenibilidad del agua pero también la necesidad de actualizar la reglamentación sobre el agua, el tema de las tarifas, las cuencas saludables, atender sequías o inundaciones de una manera sistemática. Ese plan se aprobó y tiene actividades de las instituciones que conforman el Estado para asegurar una seguridad hídrica en los próximos años.

¿Qué tanto se ha avanzado al respecto?
En agosto se dio la primera sesión del Conagua y en septiembre preparamos el plan 2016-2018 y entre las primeras cosas que salieron fue la necesidad de consumo humano y las actividades productivas. El primer plan de acción comisionó a la ACP a través de un contrato con el Estado para llevar adelante los estudios para la factibilidad de utilizar las aguas río Bayano para una potabilizadora en el Este del país, para que atienda ese crecimiento. Otro contrato fue el diseño de ingeniería conceptual y proyecto de gestión de cuenca para la Cuenca del Río Indio. Y un tercer contrato para los estudios de prefactibilidad para construir embalses en los ríos Parita, Perales y Santa María, y de factibilidad para el Río La Villa. Esos tres contratos se firmaron en 2016 y un año después se nos dio la orden de proceder y la ACP está trabajando en esos tres contratos para darle al Estado los resultados en un paquete con el diseño de ingeniería, los estudios de factibilidad, los costos sociales y ambientales para tomar la decisión de construir los reservorios en los sitios mencionados. La decisión la tiene el Estado tan pronto terminemos de entregarle los contratos. En el caso de Bayano hay un 85% de avance, en el caso de Veraguas hay un 75% de avance y en río Indio un 70% porque son actividades que requirieron perforaciones y visitas de campo.

¿Qué capacidad tendrían estos reservorios?
Son variables, en el caso de Bayano no se prevee un embalse o reservorio, sino utilizar las aguas que salen de la hidroeléctrica Ascanio Villaláz, derivarlas con una pequeña estructura de esclusas o compuertas, enviarlas a un tanque y de ahí a lo que sería una potabilizadora nueva que estaría en el área de La Joya y se conectaría con el anillo hidráulico que existe en Pacora con la planta. Con respecto a río Indio se prevee una presa de un embalse que sería en dimensiones parecidos al embalse del lago Alajuela con un nivel de operación de 80 metros, un túnel que enviaría el agua al lago Gatún para atender la demanda de agua potable y ese proyecto implicaría el manejo con las comunidades y sus reasentamientos. El tercero se identificaron dos reservorios en el lado del río La Villa que permitirían atender la demanda de consumo y los distritos de riego que podrían mejorar en el área.

¿Cuánto dinero implica hacer estos proyectos?
En base a la factibilidad, podemos decir que en Bayano, Río Indio y La Villa en Azuero, estaríamos hablando como de $1.5 billones entre los tres. Implica una estructura de ingeniería importante, pero también es el tratamiento de los posibles afectados y sus reasentamientos y mantener o mejorar sus condiciones de vida si se ven incluidos en el proyecto.

¿A qué cantidad de población afectaría la construcción de estos proyectos?
En el caso de Bayano estamos terminado el catastro porque se trataría de usar la servidumbre de la línea eléctrica y la ubicación de la planta. Como señalé ahí no hay un reservorio. En el caso de Río Indio se pudieran afectar como 1,700 a 2 mil personas en el área del embalse, habría que pensar en un plan de reasentamiento informado y consensuado con los moradores.

¿Cuál ha sido la recepción de estas poblaciones con respecto al proyecto?
Nosotros estamos visitando las comunidades para informar el alcance del proyecto, los contratos sociales y ambientales, pero también trabajando en proyectos similares a los que hacemos en la cuenca del Canal, mejorando las condiciones de vida, reforestando, capacitándolos para nuevos negocios, producción de café y miel, catastro y titulación, educación ambiental. Ellos lo que quieren es asegurarse que sean tratados oportuna y justamente. Sería con ellos que se consensuaría y se trabajaría en conjunto, pero solo si se lleva a decisión por el Gobierno.

¿Estos planes quién los ejecutaría en un futuro?
Queremos entregar al gobierno todo el paquete, incluyendo la parte social y ambiental, para que si se toma la decisión todo el presupuesto y metodología estaría incluyendo ahí. Reiteramos que los estudios los está haciendo el Canal pero con fondos del Estado. Los proyectos no hay decisión si los haría el Canal o no. Nosotros tenemos que entregar el plan completo y el gobierno tiene que decidir si lo hace la ACP, si decide ir a licitación pública o si saca a licitación algunos proyectos y otros los hace la ACP. La decisión no está tomada aunque nosotros, desde la fase preelectoral, nos reunimos con los candidatos para explicarles los estudios que se están haciendo porque si uno de estos proyectos se decide ejecutar, lleva de 4 a 5 años la construcción y el tiempo que pase sin hacer nada la crisis aumenta.

¿Estas medidas serán efectivas para cuántos años?
El plan tiene un horizonte de 2015-2050 y solo he señalado una de las 5 metas, pero las otras instituciones del Estado están trabajando en otros planes que van a salir en el Plan Nacional Seguridad Hídrica.

Pero el consumo de agua se ha acelerado en pocos años...
De los sistemas de lagos del Canal se sacan diariamente como 400 millones de galones para consumo humano. Se están construyendo 3 potabilizadoras nuevas y se están ampliando dos. Pero la demanda ha crecido de tal manera que se estimó que lo que se consumiría en el 2025 se está consumiendo desde el 2012. Entonces esa fuente alterna se requiere para suplir una demanda a nivel nacional ya que los lagos del Canal suplen la demanda de 2 millones de habitantes. Pero si comparamos hace 10 años atrás nadie previó que se desarrollaría de tal manera Punta Pacífica, o Panamá Este, o los hoteles. Si nosotros no atendemos esto, además de los planes que hay en desarrollo, Conagua tendrá que decidir qué otro planes ejecuta para suplir toda esta demanda y la que está por venir.

¿Con estos planes se proyectó a qué cuántos millones de personas supliría de agua potable?
Hasta 4 millones en la Cuenca del Canal. Hay que pensar que Conagua y el gobierno deben tomar en cuenta la demanda nacional y hacer otros estudios de factibilidad en otras áreas del país.

Con respecto al financiamiento de estas obras, ¿alguna institución financiera ha participado?
Aún no, porque esto se encuentra en fase de proyecto, pero los bancos han manifestado al Gobierno y al Canal su interés de financiar una propuesta como esta. Pero cualquiera de los tres proyectos están fuera de la jurisdicción de la ACP así que no podemos condicionar ningún tipo de financiamiento porque no nos pertenecen. SI el gobierno decide que el Canal construya alguno de esos reservorios, entonces debe ser por medio de una asignación y decidir quién lo financia. A nosotros nos gustaría que nos dejen ejecutar el proyecto de Río Indio, los bancos ya se han acercado al Canal para decirnos que lo quieren financiar. Pero no existe una decisión, esto tiene que venir del Ejecutivo a mas tardar en el segundo semestre de este año. Es una decisión de Estado.

¿El de río Indio que costo tiene?
Aproximadamente $750 millones. La mitad es la parte de ingeniería y la otra es la reubicación de la comunidad. Por eso buscamos entregar todo el proyecto junto para que se haga por completo.

¿Qué fórmula proponen?
Una metodología podría ser que el gobierno nos contrate y son fondos del Estado. Pero no se ha discutido quién lo financiaría. Si nosotros lo hacemos tendríamos que deducirlo del pago que hacemos al Estado cada año, tengo que restar lo que me cueste de mis aportes al Estado. Pero si nos contrata el Estado lo haríamos como administradores del proyecto, como lo hemos hecho hasta ahora con los proyectos.

¿Qué pasa si no se ejecutan estos proyectos?
En el caso de Panamá Este que crecerá aún más con la línea del metro habrá una crisis de agua en los próximos 4 o 5 años si no hay una fuente que reemplace. En el caso del segundo proyecto de Río Indio que contempla una transferencia de agua al Lago Gatún, sencillamente el Canal se estancará y no podrá crecer más, porque la ley es clara, operamos el sistema del lago para suministro de agua potable y para operación del Canal, en ese orden. Así que, si la demanda sigue creciendo nos enfrentaremos a una línea recta finita. En Azuero, si no se atiende el problema también enfrentamos crisis.

Estamos confiando que contaremos con el nivel de precipitación pluvial, aunque advierte que ha disminuido, ¿qué se espera entonces para estos reservorios?
No es que la disminución evite la precipitación, están cayendo tormentas más fuertes pero de menor duración. Por ejemplo, cuando ocurrió el huracán Otto, se desperdició la misma cantidad de agua que cae en un año. El problema es que toda esa agua se nos va. Si hago un reservorio la puedo almacenar. Si hago estos reservorios tengo agua almacenada, de manera que si el lago disminuye puedo pasar agua para facilitar la navegación y atiendan la demanda. Ahora mismo las cuencas del Caribe tienen las precipitaciones, y la cuenca de Río Indio descarga en el Caribe, el embalse si se hace sería en la vertiente del Atlántico y pasar el agua por un túnel de 8 kilómetros para el lago Gatún. El agua fluctuaría por gravedad, sin necesidad de energía para transportarla. Por eso, son fuentes que están ahí, tenemos la opción pero no se están aprovechando.

¿Qué tanto influye la deforestación con los niveles de precipitación pluvial? ¿Le hemos dado buen uso a la Cuenca del Canal?
Tenemos programas regulares de reforestación en la Cuenca del Canal desde hace más de 20 años, que buscan mantener la cobertura boscosa que sirve como una esponja.

Pero recién deforestaron cientos de hectáreas en la vía Omar Torrijos, el Canal no dijo nada al respecto...
El Canal tiene dos posibilidades dentro de cualquier proyecto, si está dentro de la Cuenca o con la compatibilidad de operación del Canal. Hay áreas, que aunque mentalmente pensamos -porque son áreas revertidas- que pueden ser parte del Canal, no lo son.

¿Tumbar tantas hectáreas influye en la precipitación?
No existe evidencia científica de que haya una correlación entre lluvia y bosque.

¿Entonces cuál es la función de reforestar?
Plantamos los árboles porque sirven en dos aspectos: si tengo un área forestada actúa como una esponja y retiene el agua de manera que el agua sale por los flujos subterráneos de manera más lenta. Si no tengo nada que la contenga el agua cae y se pierde y no se infiltra para mantener los acuíferos subterráneos y hace más falta en los meses de verano. La otra es que los bosques retienen el suelo y reducen el impacto de la precipitación. Sin el bosque, el agua impacta la tierra y la arrastra y erosiona y da a los cuerpos de agua, lo que implica en el caso del Canal tener que dragar o se llenan de sedimento y no permiten que funcionen las plantas por la cantidad del lodo que arrastra. Un bosque protege la calidad del agua físicamente hablando reduciendo los sólidos en suspensión.

¿Parte de esta situación se debe al cuido de la Cuenca Hidrográfica?
Sobre la Cuenca cae una cantidad finita de agua, yo puedo hacer con esa cantidad el mejor uso. No tengo más espacio para almacenar el agua que cae en la Cuenca, de ahí que usamos reservorios adicionales y hay algunos meses que tengo que desalojar el agua porque no hay capacidad de mantenerla. Sin embargo, los proyectos de conservación de la Cuenca están orientados a conservar la cobertura boscosa, la protección del bosque y las áreas protegidas, limitar los proyectos que están en áreas protegidas. Es decir, tomar las medidas de mitigación necesarias para el control, nosotros hemos aumentado la reforestación, hemos efectuado más programas de orientación en las comunidades. La actividad que realiza el departamento de protección al ambiente tiene un presupuesto anual de cerca de $50 millones para manejar la cuenca del canal con el agua que se tiene. Con la ampliación del Canal se profundizó el cauce de navegación que permite mayor almacenamiento de agua, se construyeron las tinas de reutilización con las que se logró ahorrar agua en los esclusajes de los neo panamax y se elevó el nivel operativo del lago Gatún que permite un pie más de agua en toda la extensión. Pero no es suficiente.

Estos proyectos que están bajo estudio, de hacerlos, ¿evitaríamos las restricciones de calado que se ve obligado el Canal a implementar por la falta de lluvia?
Esa es la intención de la fuente alterna. El lago Alajuela se construyó en 1934, con la intención de reducir las crecidas del río Chagres que a veces cerraban el cauce, pero también para nivelar el lago Gatún soltando agua del lago Alajuela donde se encuentra la planta Federico Conte y me impide bajar los niveles. De tal manera que si yo tengo una fuente alterna puedo regular el nivel del lago Gatún sin necesidad de hacer restricciones de calado.

¿Cuál es la vida del proyecto en los próximos años?
Si el proyecto se hace, yo puedo garantizar que en los próximos 15 años se pueda mantener la operación del Canal sin ningún tipo de restricción con una fuente que me permita mantener los niveles.

Del Canal ampliado, ¿requeriría más demanda a futuro?
Ahora mismo tiene un crecimiento proyectado de buques Neo Panamax y están pasando 8 buques diarios, la capacidad mínima es de 12 buques. Con la cantidad de agua que hay es suficiente, excepto que hemos estado sacando más agua con las potabilizadoras, por eso, esa capacidad mínima se copa si no hay una fuente alterna.

¿Cuál ha sido el acercamiento que han tenido con el presidente electo?
Todavía no hemos tenido mayor contacto excepto las reuniones que hubo con su equipo cuando era candidato. De ahí que él habló de la cosecha de agua y mucha gente no comprendió el significado, pero conoce del proyecto de río Indio, insistió en el tratamiento justo de las personas que hay ahí. Por eso nosotros estamos dando el tiempo necesario para este censo y conocer exactamente a las comunidades porque el plan de reasentamiento debe incluir una mejora en la calidad de vida. El plan es ir a devolver a la comunidad para consensuar los planes de reasentamiento. La Cuenca de río Indio tienen comunidades muy dispersas.

En un momento hubo mucha resistencia de estas comunidades...
Lo que sucede es que se aprobó la ley 44 de 1999, para esto se llevó a la Asamblea un modelo de cuáles serían las fuentes de agua que se estarían conservando y había 3 grandes embalses: Coclé del norte, Tuabré, y Río Indio pero no había decisión de llevar a cabo esos proyectos sino que era una simulación posible. Al ver esas dimensiones del embalses la comunidad reaccionó y rechazó los proyectos. A pesar de que nosotros estuvimos entre el 2000 y 2006 trabajando con ellos, siempre existía la duda de si se iba a ejecutar o no el plan. Con estos estudios que estamos haciendo pasamos de lo preliminar a lo real para saber si ese era el terreno que funcionaría. Se completaron los estudios en esta ocasión y ahora estamos por completar la parte social y ambiental para culminar el paquete.

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