Baja de homicidios responde a la adopción de modelos de E.E.U.U.

Aunque las autoridades panameñas insisten en que la reducción de asesinatos se debe al programa Barrios Seguros, un informe norteamericano lo atribuye al sistema de "vigilancia guiada por inteligencia"

La disminución de homicidios en Panamá, que ha logrado una de las tasas más bajas en los últimos 10 años, 9.7% por cien mil habitantes, no se debe al programa Barrios Seguros, como constantemente han manifestado las autoridades del Ministerio de Seguridad de la administración de Juan Carlos Varela.

De acuerdo a declaraciones previas vertidas por el ministro de Seguridad Jonathan Del Rosario a este diario, Barrios Seguros es un factor relacionado a la reducción de la tasa de homicidios, y ha atraído a la mitad de los pandilleros. Esto consiste en capacitar a jóvenes de riesgo social en cursos vocacionales, y mensualmente reciben un bono de $50 quincenales. Sin embargo, no se conoce evaluación que haya efectuado el Ministerio sobre este programa.

No obstante, el informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 2018 elaborado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, lo atribuye a la adopción del modelo de ‘intelligence-led policing’ o vigilancia guiada por la inteligencia. Esto quiere decir, que los organismos de inteligencia del país han mantenido una observación constante de los puntos calientes a través de varios herramientas como cámaras de vigilancia, seguimientos e inteligencia que se emplean para bajar los índices de violencia.

“No se trata de la vigilancia que hace un Policía, sino de los organismos de análisis de inteligencia que identifican posibles objetivos que infringen la ley”, indicó Victor Casanova, Comisionado retirado de la Policía Nacional.

El reporte añade que para comprender mejor las cifras delictivas, Panamá implementó un sistema de comparación de “Crimen en tiempo real”. Una técnica que permite registrar datos en forma digital y en tiempo real.

Estos casos, o estadísticas que recoge la Policía, se reciben directamente en el Sistema de Integración de Estadísticas Criminales (Siec).

La disponibilidad de los datos que provienen de los puntos calientes permite a las autoridades apreciar el crimen desde la óptica macro, por zonas o tendencias, De esta forma pueden compararlos, analizarlos y enviar a los jefes de zona de la Policía un análisis semanal por área para contrarrestar futuros casos. Este sistema rige a nivel nacional en Estados Unidos.

Al remitir el informe al jefe de zona, éste puede adoptar otras medidas como redoblar la vigilancia, hacer operativos o enviar patrullas.

Casanova tiene otra lectura para la baja en los homicidios, Indica que “es consecuencia de la reorganización de las bandas delictivas, el reagrupamiento entre ellos, que ha dejado a un lado la disputa territorial entre bandas que ocasionaba la alta tasa de homicidios registrados en años anteriores. Actualmente, los homicidios se producen generalmente a raíz de incautaciones de drogas, tumbes o asuntos de narcotráfico”.

Estas dos políticas adoptadas por la Policía Nacional, que cuentan con el apoyo y asesoría estadounidense, aseguran el uso adecuado de datos en todas las provincias. El reporte del Departamento de Estado añade que aunque quedan algunos retos, con la implementación de estos programas se han reducido los homicidios en Panamá y han dado resultados con las pandillas y carteles de la droga. Las alentadoras cifras han motivado a otros cuatro países de la región Centroamericana a adoptar modelos similares para la reducción del crimen en su territorio.

CAPOS IMPUNES
Aunque los esfuerzos para reducir el crimen en las calles han sido notorios, en los tribunales las autoridades tienen dificultades para lograr condenas en casos de lavado de dinero, crimen organizado, delitos financieros complejos y delitos criminales. “Los funcionarios panameños siguen siendo susceptibles a la corrupción. Numerosos arrestos en casos de drogas producen muy pocos juicios exitosos de líderes de alto nivel de organizaciones de narcotraficantes”, se lee en el reporte estadounidense.

Aunque en Panamá, por furtuna, no se ha evidenciado la presencia de maras de El Salvador u Honduras, el reporte alerta que las pandillas locales, particularmente en Colón sirven al narcotráfico. Se ha mostrado preocupación por parte de las autoridades panameñas con respecto a que la inestabilidad de los países vecinos podría llevar a un mayor uso de drogas y actividad pandilleril en Panamá. El mayor flujo de drogas de Colombia presenta también un mayor riesgo de consumo en Panamá porque los traficantes locales reciben más pagos en droga en lugar de efectivo.

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