Segunda sanción en un mes por ‘insultar al presidente’

Van dos ciudadanos multados supuestamente por faltarle el respeto al mandatario Juan Carlos Varela. Uno en octubre por haber publicado un twitter y pagó $5. Otro fue en La Villa de Los Santos por gritar consignas, y apeló la multa de $300

El subcomisionado César Zambrano, ejecutivo de la Zona Séptima de Policía de Los Santos, parece haber tomado la iniciativa en ordenar la conducción a la sala de Atención Ciudadana de la Subestación de Policía del lugar del sindicalista Marcelino Ruíz, acusado de haber ultrajado al presidente Juan Carlos Varela durante los desfiles patrios del 10 de noviembre pasado.

Es la primera vez que Ruíz es conducido ante la autoridad por gritar consignas frente al presidente. Sin embargo, es la segunda ocasión en un mes, en que un ciudadano es sancionado por “insultar al presidente”.

El primero fue Eduardo Narvaez, un tuitero que denunció haber sido esposado de pies y manos, después de haber publicado un mensaje ‘irrespetuoso’ que hacía alusión al mandatario.

Ruíz tiene 67 años de edad, y desde 1974 se unió a las protestas callejeras para la recuperación del Canal de Panamá de manos de los norteamericanos. Desde esa fecha, dice, participa en los desfiles patrios gritando consignas. Pero jamás le habían multado por ello, o le habían conducido ante la autoridad por “insultar al presidente”.

El subcomisionado Zambrano dirigió la nota al jefe de Zona Frank Pinilla De León, y justificó la acción citada al “observar un grupo de personas que no pertenecían a colegios o bandas independientes pero que transitaban en modo de protesta en la ruta del desfile con pancartas que los identificaban como Federación Unitaria de la Clase Trabajadora (Fulcat) y entre ellos vio a un ciudadano de tez blanca, cabello blanco, contextura media, quien vestía un sombrero típico y pantalón negro, el cual al estar frente al “Excelentísmo Señor Presidente Juan Carlos Varela, le grita de manera desafiante y faltándole al respeto “usted es un delincuente ... debiera estar preso en Coiba”. Razón por la cual procedí hacia donde el mismo se mantenía y le comuniqué que me acompañara” a la subestación debido a que había ultrajado al presidente.

“Ellos mintieron en el parte que le pasaron al juez de Paz. Todo lo que está escrito aquí es mentira”, exclamó Ruiz a este diario.

La pregunta que muchos se hacen es: ¿quién dio la orden al Policía para tomar esa acción?
‘No dije eso’.

Ruíz niega que haya insultado de esa forma al mandatario cuando desfiló frente al palco presidencial.

Narra que el grupo del sindicato venía gritando consignas sobre la mala situación de la educación en el país y que cuando llegaron frente a la tarima él pegó tres gritos que recordaban una frase pronunciada por el ‘compadre’ del presidente, Ramón Fonseca Mora. El panameñista denunció que Varela había recibido dinero de la constructora Odebrecht, y que de ser mentira, ‘que me parta un rayo’.

Yo le grité: “que me parta un rayo si tu no recibiste donaciones de Odebrecht. No le dije que era un delincuente”, indicó el sindicalista jubilado. Así lo dejó consignado en la Resolución cuando estuvo ante el juez de Paz que levantó el informe.

Cuando Varela lo escuchó, describe Ruíz, “lo descuadró de una vez. Él me miraba desde la distancia y todavía por arriba del hombro me miraba como si estuviera dando instrucciones a alguien”.

Una vez culminó la manifestación, Ruiz y sus compañeros llegaron al parque Rufina Alfaro. Ahí, recuerda, lo esperaba un grupo de 3 o 4 uniformados que le dijeron “que tenían orden de llevárselo”.

Sin embargo, Ruiz se lo tomó con calma. Tenía sed, hambre y los zapatos le apretaban, así que decidió parar en casa de su mama para solventar esos asuntos y después salió al encuentro con los uniformados quienes lo escoltaron ante un juez de paz.

La Policía decía que “si no salía (de casa de su mamá) iban a llamar a la juez de paz para que le dieran una orden para sacarme de ahí esposado”, añadió Ruíz a La Estrella de Panamá.

Dirigirlo ante esta autoridad, a juicio de Cesar Ruiloba expresidente del Colegio Nacional de Abogados, no era la mejor opción. “El único instrumento que tiene el servidor público, cuando se siente injuriado o calumniado, es la jurisdicción civil. Como se supone que se trata de un delito, Varela tenía que haberlo imputado por la vía civil, pero no ir con una autoridad administrativa por irrespeto”, indicó Ruiloba.

El abogado agregó que el juez de Paz no tiene competencia para sancionar a Ruíz. A su criterio, se debe dar vocería a los ciudadanos para que protesten. “En el contexto que se manejó, fue falta de tolerancia y manejo político. Se supone que un presidente debe estar a la altura de las circunstancias”, acotó Ruiloba.

La juez impuso una sanción de $300 que Ruíz apeló. Una instancia superior definirá el futuro de la multa.

Días antes, en el desfile del 3 de noviembre, cuando el mismo grupo de sindicalista se enfiló en la ruta, recibió una advertencia del presidente.

Alejandro Young, afiliado a Uclat, contó a La Decana que en aquella ocasión Varela quiso conversar con ellos antes del desfile y ellos se negaron. Finalmente se toparon cuando el presidente salía del Palacio Municipal y les dijo, según Young, que no quería que estuvieran gritando consignas. “Igual lo hicimos, solo que en ese momento no pudo identificar a una persona en particular. Solo trató de intimidarnos. Él no quería escuchar frases como gobierno corrupto”, señaló Young.

“El presidente se esta pasando de la raya. No se si es un monarca y utiliza a la Policía, pero el 28 de noviembre vamos a estar otra vez en la calle. Esta vez en La Chorrera manifestándonos”, indicó el sindicalista Young.

Rafael Chavarría, de la Confederación Nacional de Trabajadores, opinó que es importante mantener un equilibrio y buscar alternativas para entenderse entre ciudadanos y autoridades. “El respeto se gana. Te diría que quizás el Presidente se sintió aludido y esta utilizando su rango como funcionario para darse a respetar, pero se le fue la mano”, consideró.

CASO TWITER
Eduardo Narváez conocido como @edunar en Twitter, manifestó a este diario que “sin una orden legal 4 agentes de la Policía Nacional vestidos de civiles llegaron a su casa, lo esposaron de pies y manos y lo condujeron a un juez para coaccionarlo a que eliminara el Twit.”.

El expediente establecía que siendo las 15:15 de ese mismo día se recibió una llamada anónima en la que se alertaba que un ciudadano de entre 60 y 65 años, de contextura delgada, tez clara, estatura de 1.76, residente en la barriada La Siesta, en Tocumen, se dedicaba a insultar al presidente en las redes sociales.

El informe asegura que al ubicarse las redes sociales del ciudadano se encontró un comentario que hacía referencia a nombramientos en entidades por cercanía personal.

"Expresándose de manera despectiva del presidente de la República...," señala el informe al que tuvo acceso La Estrella de Panamá.

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