"Es un regalo de Dios darme la oportunidad de poder recibir la vía ampliada"

Jorge Luis Quijano cree que por azares del destino será quien inaugure el Canal Ampliado. Dice que Panamá aún está a tiempo de sacar provecho de los negocios relacionados antes de que "nos roben el mandado"




Jorge Luis Quijano conversa con El Polígrafo.


A la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) se le ha criticado por ser un ente tan independiente que pareciera apartarse del Estado. Sus críticos lo califican como una figura elitista, tan autónoma, que algunos podrían verla como un Vaticano dentro de Panamá. La Constitución avala esa independencia. Le dedica un capítulo completo a la vía interoceánica en el que plantea su funcionamiento, el uso y conservación de los recursos hidráulicos que abastecen las esclusas. Se preguntan, en cambio, por qué la mística del Canal, no se ha diseminado al resto de las instituciones del Estado para verlas funcionar con la misma eficiencia que la vía. A pesar de que hace más de un siglo este modelo de trabajo ha estado incrustado en nuestro país, llama la atención que solo se palpa en el Canal. Hoy, la ACP asume otro de sus grandes retos, y con él la nación entera: la ampliación del Canal. El ensanche que traerá consigo nuevas oportunidades para el país, especialmente para el sector logístico. Pero que si no se apura a afincarlas en nuestro territorio, los vecinos nos robarán el mandado y sacarán provecho del sacrificio que tanto ha costado a nuestra gente. Jorge Luis Quijano cree que es por obra del destino que él este al mando de este gran acontecimiento que ha provocado un cambio en la logística marítima mundial.

Confiesa que el hecho de estar en el ojo de todo el mundo le produce mucha ansiedad. Además de ser un hecho importantísimo, ha sido para lo que ha trabajado durante siete años, desde que se dinamitaron las ribieras del canal para dar paso a la gran obra de ingeniería que hoy es una realidad. Durante la entrevista hace un breve recuento de su carrera de casi 40 años como canalero. Pero el regalo que él protagoniza hoy, dice, pudo haber sido para cualquiera de sus colegas con la misma trayectoria. Sin embargo, fue a él y no a otro de sus compañeros, a quien le toca apretar ese botón para abrir la compuerta para permitir el paso del primer buque de grandes dimensiones, el post panamax. Humildemente reconoce, que no piensa en la posibilidad de que en un futuro cercano aparezca en los textos escolares como el administrador que dio inicio a esta nueva etapa que dio un vuelco a la marina mercante. Dice que la rutina lo distrae lo suficiente como para pensar en eso. Pero cuando le preguntamos qué tan panameño se siente le costó trabajo salir del molde canalero y conectarse con lo común. Titubea, hace una pausa y cuestiona, en buen tono, qué clase de pregunta es esa. Soy como cualquiera afirma, pero no tan fiestero como el panameño.

La oportunidad que tiene de ser quien inaugura la vía ampliada, ¿es producto se su esfuerzo o es por azares del destino?
Yo creo que es un momento coyuntural. Es el destino que hemos llevado hasta el momento y me tocó a mi. Aunque era muy difícil que le tocara a mi predecesor que pudiera tener esta oportunidad porque se le vencía su término.




Quijano reconoció que es una gran responsabilidad llevar este proyecto a un desenlace exitoso.


Tal vez otro podía haber sido nombrado como Administrador…
Igual. Eso es un regalo de Dios en darme la oportunidad de poder recibir la vía.

No es cualquiera que es merecedor de ese regalo…
Yo en verdad no le he dado tanto pensamiento a eso. En el día a día uno se concentra en el trabajo que hay que hacer y no ver cómo uno se va a sentir en ese momento. Para mi habrá que esperar y ver cómo me siento, es una gran responsabilidad para llevar esto a su final exitoso.

Los días previos debieron contener una presión inmensa...
En verdad adelantamos mucho. Posiblemente hace como dos años atrás, o un año atrás, sí hubiera sido un peso muy grande. Habían tantas cosas que tenían que darse, pero ya todo está entrando en su lugar. Los astros se están alineando. (se ríe)

¿Qué sabor le deja GUPC?
Algo amargo. Definitivamente primero que nada que no esperábamos que fuera a suceder y que tanto la situación que se dio en febrero de 2014 fue una situación inaceptable, de forcejeo innecesario porque al final terminamos haciendo lo que en verdad se habían comprometido a hacer así que para mi fue una situación un poco difícil que hubiésemos podido salvar.

¿Qué tan panameño es usted?
Es una pregunta... muy rara. Igual que cualquier otro panameño.




2015 fue un año récord para el Canal de Panamá y sus aportes al Estado, moviendo 340.8 millones de toneladas.

En costumbres,¿cuál es la que más arraigada?
Esa pregunta esta “tuff” (risas). Eeee, yo practico las mismas cosas que todos los panameños. Posiblemente soy un poquito raro porque no me gustan tanto las fiestas en ese sentido si soy más atípico, pero si me gusta mi país, me encantar representarlo y trabajar por él como lo hago en la ampliación por 40 años.

¿Cómo se prepara uno para un día de la ampliación del canal después de tantos años de estarlo esperando?
Lo primero era saber cómo vamos a estar vestidos ese día, pero eso ya lo definió el presidente y dijo que con Guayabera así que ya está listo. (risas). ¿Cómo me preparo hacia allá? Pues minimizo cualquier situación que surja. Hay que seguir trabajando sobre la marcha, tener un plan que lo estamos ejecutando para minimizar cualquier situación.

¿Qué le espera al país con la ampliación?
Nosotros lo que proponíamos era una oportunidad de crecimiento para el Canal, y si el Canal crecía había oportunidades para el país. El año pasado tuvimos un año muy exitoso llegamos a 340.8 millones de toneladas, un récord de aportes al Estado. Pero una cosa fue muy obvia, que muchos buques tenían que esperar mucho tiempo para cruzar el canal y que eso en una segunda ocasión no se iba a dar. Con eso mostramos que hemos excedido la capacidad que teníamos. La única oportunidad que había era teniendo un tercer juego de esclusas que fuera más ancho, más largo y más profundo para poder acomodar los buques que se estaban construyendo. ¿Qué le trae eso a Panamá? Que otros inviertan en negocios relacionados a esa actividad. Ya venimos hablando de la capacidad portuaria para que Panamá se consolide como un centro portuario.

Pero además del aspecto portuario, hay otras áreas que van a ser impactadas, ¿cuáles son esas zonas que visualiza usted?
En verdad tenemos una vocación marítima. Somos un istmo que conecta el Atlántico con el Pacífico. Así que todo nuestro potencial está alrededor de nuestra posición geográfica. Los negocios que pueden germinar son por ejemplo Copa que es un hub aéreo y nosotros los estamos complementando con un hub marítimo. Ahora no hemos desarrollado todo el tema logístico, apenas está embrional y es donde están las oportunidades.

La ampliación del canal obligó a muchos países a cambiar su operatividad e infraestructura, ¿cómo es posible que nosotros estemos en pañales en temas logísticos teniendo en nuestro suelo el Canal?
Nosotros esperábamos que a través de procesos abiertos como los que hemos tratado de hacer en el puerto de Corozal y la recuperación de áreas que estaban contaminadas con explosivos no detonados, pudieran empezar a dar fuentes de trabajo en negocios que complementan el Canal y que trabajan en sinergia. Colombia, por ejemplo, vio la oportunidad de que alguien estaba construyendo la gran carretera e hicieron sus puertos. Hoy por hoy ni Cartagena ni Buenaventura son los mismos puertos que hace 6 años.

¿Nuestros vecinos nos robarán el mandado?
En alguna forma, ya como dije, Colombia es el principal. Ellos pueden actuar de esa manera porque están muy cerca del Canal y les da el potencial. Igual está Costa Rica que tiene su puerto nuevo y también se va a influir de esta inversión que estamos haciendo. Lo que nos toca hacer es echar a andar estos puertos como el de Corozal y en la parte Oeste del Canal. El desarrollo de mil hectáreas para el parque logístico, y la Zona Libre de Colón debe reinventarse, ya la China está vendiendo directamente y se saltan a los intermediarios.

¿Cuál debe ser el rol de la zona libre en la ampliación del Canal?
Más que la Zona Libre, tenemos que ver las zonas libres que tenemos. También tenemos las zonas libres del pacífico y la otra que queremos promover en el Canal. En este sentido la capacidad de distribuir vehículos, equipo pesado que viene de Asia y que desde este punto se le puede dar valor añadido. Tenemos una China pujante en este momento buscando como penetrar los mercados de vehículos y esa es una oportunidad para los panameños. Estamos viendo si es una concesión, o si es una concesión a medias, o es todo del Canal. Es a lado del muelle de TSA en la entrada de las nuevas esclusas. Hay oportunidad de mucho empleo porque requiere de reexportar el equipo pesado.

¿Cuánto tiempo tomaría ponerlo en ejecución?
De dos a tres años.



Para Quijano tenemos "una ACP independediente, que camina sola".

¿Por qué no lo hicimos antes?
Nosotros estábamos trabajando la ampliación y hace tres años empezamos a ver otras oportunidades que podríamos abrir y empezamos a ver el parqu4 logístico y también Corozal , eran los tres proyectos más adelantados.

Vemos una ACP independediente, que camina sola. Pareciera el Vaticano de Panamá. Además tiene otras formas de visualizar el modelo institucional que no se ha repetido en otras instituciones.
Estamos llevando adelante un proyecto para el Estado, financiado por el Canal, para dar un orden a lo que llamamos la zona interoceánica del Canal. Un área donde podamos identificar cuál es el tipo de negocios que conviene para esos terrenos aledaños al Canal. Identificar también qué infraestructura se requiere y para motivar un sistema de transporte mejor. Tenemos un solo ferrocarril y un sistema de carga que no es el mejor. Para seguir compitiendo tenemos que ser eficientes, bajar la estructura de costo en transporte, agilizarlo y las barreras pueden ser aduaneras o migración, y crear los clusters logísticos que no nacen solos.

Toda ruta tiene un valor agregado, ¿cuál es el de nuestras vías?
Es poder traer un buque muy grande que no iría hacia los extremos de Latinoamérica debido a que no hay suficiente descarga de la carga que lleva a bordo, o la carga que puede recoger, y que sí la puede distribuir desde este punto. Es cierto que tenemos competencia con Buenaventura donde ya están llegando los buques neo panamax de 13,200 teus saliendo de este lugar. La realidad es que la carretera se ha construido, las oportunidades están ahí pero la ventana se está cerrando.

¿Cree usted que los beneficios que conlleva para un sector en específico, se aumentará la brecha social ya existente?
Claro que sí. Todas estas actividades al final tienen una base de salarios mucho mayor que lo que tiene el resto del país.

¿Estamos preparados para este gran momento?
Yo si creo. Hay una estructura de capacitación para las grúas portuarias, hay capacitaciones eléctricas y mecánicas. El país ha quedado con una fuerza laboral preparada que trabajó por 9 años creando la capacidad de producir y eso se ha visto a través de los contratos que hemos tenido con los contratistas.

¿La fuerza laboral del Canal en cuánto se incrementará?
Aumenta un poco, como 200 0 300 trabajadores para manejar los barcos que pasaran por el Canal. Recuerde que el canal es más eficiente en la nueva vía. Es economía de escala que nos permite ser más eficientes.

Alrededor del Canal se planea hacer una serie de clusters, ¿qué tanto estamos aprovechando esta oportunidad?
Nosotros dependemos mucho de lo que es trasbordo. Somos un país pequeño cuando nos comparamos con el vecino que tiene 10 veces más habitantes que nosotros y que tiene una capacidad de exportación e importación. Ellos tienen una pequeña ventaja, tienen carga que nace en ese país y se transporta.

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