El estigma de ser marino y panameño

“Es de Panamá, allá se compran todos los títulos”, fue lo que recordó la capitana Tulia Tapia al leer los recientes escritos de La Estrella de Panamá y rememorar su primer embarque, en 2004, a la edad de 22 años, un año después de haber egresado de la Escuela Náutica.

En ese momento se sintió ofendida, pero no hizo nada, era novata, y la aseveración la hacía su primer oficial de marina. “Me esforcé cada día para demostrar mi capacidad de trabajo y que mi título no era comprado”, cuenta a “La Decana” la ahora capitana de la flota mercante panameña.

Entonces, la sombra sobre los cadetes panameños era el escándalo de la licencia otorgada al secretario de la Federación de Trabajadores de Transporte (ITF) David Cockroft, quien la compró sin entrenamiento marítimo alguno.

Los egresados de la escuela de marina tenían que trabajar el doble de lo acostumbrado para aspirar a encontrar una plaza de trabajo. Y con los escándalos que van surgiendo, cada vez es más difícil embarcarse, señaló Tapia.

Cuando se conoció el caso de la empresa Orion Maritime Training Center, que durante cinco años certificó de forma fraudulenta a oficales y marinos de la flota mercante panameña, “fue una vergüenza, ya que personas sin estudios, y solo por dinero, obtenían el mismo título que a mí me costó quince años”, relata Tapia.

La panameña ha escuchado muchas historias en el mar. “Compré mi licencia en Panamá por $2 mil”, “¿cuánto cuesta mi título de oficial en tu país?”, han llegado a decirle algunos compañeros. “Me molestaba tanto que me iba para no contestar con rabia”, reconoce Tapia, quien hace llegar su testimonio desde Brasil, donde está laborando como chief master para la empresa Tide Water, en medio de otro escándalo por expedición ilegal de licencias marítimas.

Ahora, con el caso de la empresa Samoa International Maritime Authority (SIMA), aparecen “nombres de personas que solo fueron a la Autoridad Marítima de Panamá a hacerse ricos. Solo cambiamos quien recibe el dinero”, piensa.

En todas partes del mundo hay barcos con bandera panameña (8,220), pero su personal es extranjero, al mismo tiempo, hay cadetes y marinos nacionales desempleados. “Es triste. Llevo casi seis años navegando fuera de los barcos panameños, ¿será que el oficial y el marino panameño no da el dinero que da vender nuestra bandera?”, se pregunta.

La capitana panameña propone cambios. Considera que es tiempo de que en los puestos directivos de la AMP haya oficiales de marina, porque conocen el trabajo en el mar y, a su juicio, son quienes pueden llevar la institución a un puerto seguro. “No es lo mismo que lo lleve un abogado que jamás ha surcardo los mares”, apunta.

“Yo invito al señor Jorge Barakat (administrador de la AMP) para que se embarque tres meses, a ver cómo lucharía por quienes navegamos”, concluye.

Tapia tiene diez años trabajando fuera de su país y sufriendo el desprecio de tener una licencia panameña. “A pesar de todo, llevo con orgullo mi bandera”, dice.

1 comentario

  1. Mi mayor recomendacion por el momento para aquellos que tienen la facilidad sacar su COC (certificado de competencia) fuera del pais y en un pais en la lista blanca de la emicion de licencia ! Australia es una opcion bastante fiable y economico, tambien UK y Mexico.

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