El impresionismo político en la campaña electoral

Uno de los grandes retos a los que se enfrenta el partido gobernante en el ocaso de su mandato es lograr repetir un nuevo periodo electoral.

Echando a un lado el periodo de la dictadura militar, en nuestra vida democrática ha imperado la alternabilidad de poder entre los dos partidos convencionales; PRD y Panameñista, a pesar de que en diversas ocasiones el torneo electoral ofrecía varias alternativas.

Pero en esta ocasión la incursión del partido oficialista que hasta febrero 2013 era el segundo músculo político en membresía, 470 mil, siendo el PRD el primero con 560 mil adherentes, cambia el panorama.

La política esta en la sangre del panameño. Más de un millón y medio de ciudadanos están inscritos en un partido político. Es verdad que muchas veces la motivación para estas inscripciones responde a un asunto clientelista enquistado en la comunidad que responde a una herencia ancestral.

Pero en esta ocasión gobierna un colectivo que rompió el molde convencional político; se percibe una gran concentración de poder, la estrategia del contenido mediático acentuó un tono agresivo, de descalificación y desprestigio, además la tradicional administración pública quedó rezagada ante el terremoto de obras que debe concluir la administración Martinelli. Un ejemplo prácticamente sin comparación en nuestra historia. Pero, aún con todo y metro, puentes, hospitales, cárceles, cien a los setenta, beca universal, no garantizan su pasaporte a la reelección.

De lo que sí hay garantía, lamentablemente, es que en éste periodo electoral las reglas no parece que serán equitativas ante la falta de topes para las campañas políticas. Solo basta echar un ojo a los presupuestos propagandísticos que inundarán todos los medios de comunicación; un suceso único en la historia del país debido a los montos que gastarán los candidatos a cargos públicos. Quien tenga mas dinero tendrá la oportunidad de transmitir mas mensajes al electorado.

Se altera también la composición mediática que se usará para este propósito. El presidente no ha negado sus intereses económicos, socio/dueño, en medios escritos y televisivos, solo falta que anuncien las adquisiciones radiofónicas. Este pastel sin duda actuará en desventaja frente al resto de las candidaturas.

Son estos algunos elementos que pueden polarizar el comportamiento de las fuerzas políticas y los dineros que las alimentan, especialmente si se apuesta a primer y segundo lugar de preferencia en las encuestas.

Lo dramático en todo esto, es que cada cual empeñará cualquier cantidad de promesas algunas con cierto grado de amnesia. Esperemos que el pueblo tome nota de cada una y no impregne su voto en base a las impresiones.

1 comentario

  1. Cuando un político se cierra en banda, no escucha los consejos, se obceca en sus posturas personalistas, y se aleja de la realidad pierde el componente racional de su mandato, y si las condiciones se extreman puede hacer un síndrome paranoide, en el cual se vería rodeado de enemigos, no podría fiarse de nadie y "solo el tendría razón contra todas las evidencias". Muchos en todos los Partidos tienen el "Síndrome de Hybris"

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