Castillero: "Me enfrenté a un círco romano lleno de fieras"

Es la descripción de Alfredo Castillero, exdefensor del Pueblo, cuando compareció a la Asamblea Nacional perdió el cargo, anuncia que interpondrá todos los recursos que le asistan y demandará al Estado

El exdefensor del Pueblo, Alfredo Castillero, experimentó su destitución en la Asamblea Nacional -en sus palabras- como un circo romano en el que se enfrentó a todo tipo de fieras, un atropello lamentable que evidencia el descrédito internacional del país después del asalto político de los diputados al removerlo del cargo.

Castillero acudió ayer a la Defensoría para coordinar la entrega del despacho con la defensora adjunta, Maribel Coco, y fue abordado por los medios de comunicación. En ese momento fue cuando asemejó su comparecencia ante la Asamblea Nacional a un circo romano, en el que una persona “era enfrentada con todo tipo de fieras, un caso realmente lamentable. Piensen, ¿cuándo fue la última vez que vieron un espectáculo de esta naturaleza?. ¿Eso qué dice del país, de la Asamblea?”, se preguntó Castillero.

“Aquí está pasando algo muy grave que tal vez no se le está dando la importancia que se debe”, exclamó Castillero al referirse a la integridad de la institucionalidad de la Defensoría, que no ha sido respetada, como tampoco el debido proceso para su destitución.

El exfuncionario adelantó que ya prepara una demanda contra el Estado por abuso, y que interpondrá todos los recursos que le brinda la ley por el acto condenatorio de la Asamblea, por la voracidad con la actuaron en su contra, tomando en cuenta que su periodo culminaba en un año y cinco meses (2021).

“Evidentemente, si el nuevo defensor(a) es nombrado por el pleno de la Asamblea, y el gobierno de turno controla esa entidad, hay que suponer que quien se va a beneficiar de mi partida es el gobierno de turno. ¿Quién?, no lo se”, señaló Castillero.

Enseguida indicó que a pesar de las circunstancias se siente ‘entero’, que actuó a la altura de lo que puede hacer una persona al someterse al pleno de la Asamblea en una cuasi soledad. Dijo que cuenta con el respaldo de la Federación Iberoamericana de Ombudsman y de la Alianza Internacional de Derechos Humanos, las más altas instancias especializadas en derechos humanos a nivel mundial, que consideraron como un atropello su remoción. Continuó diciendo que el apoyo de estas organizaciones se centra en que se violentó el debido proceso, sin que esto deba interpretarse en su inocencia de los cargos que se le achacan, para los cuales debió existir un procedimiento que no se cumplió. Las consideraciones de las organizaciones internacionales con respecto a su remoción, dijo, pueden tener consecuencias en la relación posterior con la Defensoría.

Como primer punto reclamó que no hubo presunción de inocencia a su persona, que lo condenaron sin darle derecho a defensa. Reiteró que debieron someter las pruebas en su contra, en el caso de acoso sexual, para darle oportunidad a desahogo.

Luego arremetió a las acusaciones sobre el acoso laboral, tema que vulnera la autonomía de la institución ya que el artículo 1 de la Ley de 1997, por la cual se crea la Defensoría, es clara en cuanto a la independencia que debe tener la institución. “Si un Defensor no puede ni siquiera intentar administrar su institución, no tiene independencia, por supuesto que hay otras instancias para determinar si hay o no acoso laboral, cosa que niego categóricamente”, reiteró.

Sobre la supuesta negligencia de la cual se le señala, indicó que este aspecto podría haberse abordado durante su comparecencia en la Asamblea a la que fue preparado para responder el cuestionario que le remitieron, pero en el acto, se abrieron todo tipo de preguntas como una “caja de Pandora que podía insinuar cualquier cosa, fue un atropello y lo mantengo. Se van acordar de mí, es un nefasto precedente en una vida democrática”, zanjó.

Después dejó entrever, sin aseverar un hecho en particular, que había recibido algún tipo de presión en los casos de traslados de privados de libertad de un penal a otro. No precisó nada al respecto, pero advirtió que la institución es un ente delicado porque tiene un acceso poco menos irrestricto a los centros penitenciarios y tiene la facultad de solicitar traslados por razones humanitarias. “Nosotros hemos sido extremadamente cuidadosos en esa materia y es importante que quien me suceda lo sea también”. Y añadió: No descarto haber recibido presiones en ese sentido. Pero no mencionó ningún caso en especial. “Es fácil imaginar que una persona con otros principios, con los derechos humanos, podría hacer un uso inadecuado de ese derecho”, agregó.

El exdefensor sostuvo una reunión ayer por la tarde con la defensora adjunta. La Asamblea debe nombrar un nuevo titular de la entidad antes del 31 de octubre.

No hay comentarios

Publicar un comentario