La encrucijada entre las obras y el escándalo

El Gobierno deberá decidir el futuro de los proyectos que desarrolla Odebrecht tras la inédita confesión de que en Panamá dieron $59 millones en sobornos

La respuesta de la empresa Odebrecht en Panamá responde con dos líneas ante el inédito escándalo de sobornos que totalizaron $788 millones repartidos en 21 países durante 15 años para hacerse de contratos: “Odebrecht no se manifiesta sobre el tema, pero afirma que está implantando las mejores prácticas de cumplimiento, basadas en la ética, transparencia e integridad”.

El acuerdo de culpabilidad entre los directivos de la constructora brasileña, Estados Unidos, Brasil y Suiza destapó las cantidades que la empresa había repartido en cada país. En Panamá $59 millones entre 2009-2014, según la confesión, entraron a los bolsillos de políticos, funcionarios de turno, o empresarios.

Algunos de los entrevistados por este diario esperan a que salga la lista con los nombres de las personas que recibieron las coimas, ser prudentes y esperar a que pronto se conozca quiénes fueron sobornados.

La confesión de los directivos de la constructora ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos permite a la empresa continuar con sus operaciones bajo un estricto sistema de cumplimiento que y bajo vigilancia de un independiente que supervise cada movimiento de los contratos.

El presidente Juan Carlos Varela manifestó que pretende proteger los empleos de los 8 mil empleados que trabajan en los proyectos que adelanta la empresa brasileña.

En Panamá hay varias obras en desarrollo a cargo de la empresa: el proyecto de rehabilitación y ensanche de la carretera interamericana desde Santiago de Veraguas hasta David Chiriquí, que tiene más de un 80% de avance y del cual un tramo lo construye Odebrecht; la construcción de líneas colectoras, redes sanitarias e interconexiones en los distritos Capital y San Miguelito del Saneamiento de la Bahía, la línea 2 del metro a un costo de $1.857 (estará listo a principios de 2019). el proyecto renovación urbana de Colón que entregará la empresas a finales del 2018, la ampliación del aeropuerto de Tocumen a un costo de $800.

“El país merece saber la verdad”, expresó Varela al tiempo que convocó para este martes a una reunión de ministros para analizar el tema.

Para concebir el esquema criminal de sobornos, Odebrecht y sus conspiradores crearon y elaboraron una estructura financiera secreta que operaba para desembolsar pagos a los políticos y funcionarios.
Con el tiempo, el desenvolvimiento y la operación de esta estructura financiera secreta, como en el 2006, se convirtió en la División de Operaciones Estructuradas de la empresa. La división funcionaba como un departamento dedicado a los sobornos de la constructora y las instituciones con las que se relacionaba.

Era un departamento con libros separados y comunicaciones especiales cuyos miembros podían hacerlo bajo el sistema Drousys que les permitía el uso seguro de correos electrónicos utilizando contraseñas codificadas.

La oficina de cumplimiento era un departamento prácticamente olvidado en la empresa. Después de las confesiones, quizás sé convierta en el más importante de todos.

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